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HISTORIA REAL TERAPEUTA

JAVIER TORRES. TERAPEUTA. HUELVA

Mi empezar en el programa

Empezar como Cursista en Formación de Proyecto Hombre ha sido una experiencia radical, ya que mi trabajo anterior era con personas mayores, y lo estoy viviendo intensamente como un cambio personal, de vida en pareja y familiar.

Lo primero ha sido poner en venta nuestra casa anterior y, mientras tanto, vivir de “ocupas” en casa de mis padres. La opción ha sido cambiar de vida en plenitud y dar un salto valiente y necesario en busca de autenticidad y solidaridad. Es para mí ahora un tiempo de prueba, de ser como una esponja que quiere encontrarse consigo mismo y con el otro que te necesita, a ver si valgo. En mi vida anterior estaba instalado, era cómodo y evitaba a toda costa los conflictos, saltándome los problemas.

En la Acogida he sido bienvenido y lo primero que he percibido ha sido la cercanía y la preocupación de la gente por mí, con ganas de ayudarme. Resulta curioso pero en mi presentación los chavales me confundieron con uno de ellos y me aparecieron miedos e inseguridades iniciales por diferenciar los roles y poner las limitaciones, nuevas para mí, que facilitan terapéuticamente la relación de ayuda.

Desde el comienzo he ofrecido mi disponibilidad y apertura al Programa para vivenciar los valores que rigen PH. Así, estoy como “aprendiendo un nuevo idioma” con otros registros y reglas que día a día van cobrando sentido... Me cuesta verlos como toxicómanos porque mi vida ha girado muy lejos de la suya, aunque muestro una actitud empática y respetuosa por sus historias y vivencias personales. A pesar de ello, me encuentro con dificultades a la hora de posicionarme y afrontar la autoridad y las respuestas inmediatas que se requieren en esta primera fase.

La actividad es incesante y se abre un abanico de posibilidades múltiples para trabajar los aspectos de la persona. Estoy haciéndome cargo de la importancia de la imagen, el cuidado personal y el ejemplo que soy para ellos a la hora de transmitir a los chavales mi aprendizaje diario. Me atrae mucho el trabajo en grupo, la valentía de ser honesto y la relevancia de las pequeñas cosas que antes, para mí, eran detalles insignificantes.

Tengo la suerte de estar rodeado de excelentes profesionales veteranos con una experiencia humana curtida que me replantéa diariamente mi ser humano y profesional para crecer y madurar desde la ayuda. Todo ello está resultando un reencuentro con mi vida afectiva, que ha permanecido mucho tiempo dormida y replegada, y ahora se va abriendo y descubriendo, llegándome a asombrar de mí mismo.

Sé que trabajando en PH puedo ser mejor persona, me voy a dar a los demás y voy a ser feliz, aunque me queda ir adaptándome constantemente. Mi próximo cambio es empezar la Comunidad Terapéutica: qué difícil es decir hola y adiós cuando se recorre el mismo camino.

                                                                                                                                Mª ISABEL BARRIO

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