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AYUDA A PRESO QUE QUIERAN DEJAR DE CONSUMIR

El nuevo plan de acción de la UE en materia de drogas para 2009 solicita a los países miembros que se pueda ofrecer a los infractores tratamiento como alternativa a la Prisión.

-Los países de la UE optan por el tratamiento en lugar de la prisión. A este respecto, Proyecto Hombre atiende a 2.311 internos en distintas prisiones del país. De los cuales, cerca de 200 usuarios cumplen condena con nosotros a través del artículo 182, es decir, salen de la prisión y realizan el programa terapéutico en nuestros centros.

Por otro lado, desde el punto de vista penal, nuestra organización trabaja también con personas a las cuales se les suspende o sustituye la condena por estar realizando el programa de rehabilitación, a través del artículo 87 del Código Penal. En este caso, según nuestros datos del año 2004, son cerca de 600 personas que no ingresan en prisión y lo que es más importante : No cumplen condena con nosotros. Su condena queda entre paréntesis, si abandonase el tratamieProyecto Hombre ayuda a la rehabilitación de 172 maltratadores condenados

AYUDA A CONDENADOS POR VIOLENCIA DE GENERO

El programa Trébol de Proyecto Hombre para la rehabilitación de agresores condenados por ejercer la violencia de género atiende actualmente a 172 personas en los centros de León y Fuentesnuevas en el Bierzo. El objetivo de este programa terapéutico, en colaboración con Instituciones Penitenciarias, que funciona en León desde junio del 2007, es ayudar a los agresores condenados por violencia en el entorno familiar, como alternativa al ingreso en prisión. El director terapéutico de Proyecto Hombre, Jorge Juan Peña, asegura que el primer éxito del programa en los meses de existencia es que los agresores que acuden a las terapias «reconozcan que tienen un problema y no culpen a su pareja ni a sus familias de su conducta agresiva». Los datos no dejan dudas para la esperanza. El 60% de los agresores que acuden a estas terapias están respondiendo positivamente al tratamiento. Desde junio a diciembre del 2007 se incorporaron al programa Trébol 152 agresores -siete mujeres-, de los que 52 son del Bierzo y cien de León. En los primero meses del 2008 se han apuntado otros veinte maltratadores. «En contra de lo que la gente pueda pensar, los hombres que están en el programa son todos de aquí, no hay inmigrantes», dice Peña, que asegura que el éxito ha provocado que se incorporen a terapia t hombres que ya han cumplido su condena e incluso tres personas que no están condenadas «pero quieren recibir tratamiento porque son conscientes de su agresividad».

La media de edad de las personas que reciben tratamiento está entre los 40 y los 45 años, como es el caso de los hombres que agreden a las mujeres, pero también es significativa la participación de jóvenes de 22 años en adelante, que ejercen la violencia en el entorno familiar, concretamente contra las madres.

«Vemos una mejora clara de cumplimientos de objetivos porque se han reconocido en la violencia y empiezan a tener otras habilidades sociales para resolver los conflictos», dice Peña, que asegura que la mayoría de estos hombres tienen problemas de alcoholismo y enfermedades mentales, «algo en lo que Proyecto Hombre tiene experiencia desde hace años».

Los agresores reciben terapia durante dos años por un equipo formado por dos psicólogos y tres trabajadores sociales que mantienen encuentros -individuales y grupales- que se producen una vez a la semana en los primeros meses de tratamiento, para alargarse a una vez al mes y uno cada tres meses al final de la terapia, «pero el programa contempla un seguimiento después del tratamiento, con encuentros cada cuatro meses para ver la evolución». Será entonces el momento de evaluar los resultados definitivos.

El programa

En el programa Trébol reciben tratamiento hombres y mujeres condenados por delitos de violencia de género y a quiénes se les ha conmutado la suspensión de ingreso en prisión a cambio de la participación en un curso de reeducación, «en el caso de que los condenados no cumplan los requisitos establecidos se informa al juez correspondiente, que podrá decretar un endurecimiento de la pena o el inmediato ingreso en prisión», aclara Peña.

Este «ambicioso» programa, como lo define el director terapéutico, forma parte de un proyecto más ambicioso que la fundación pretende ampliar. «Tenemos programas de prevención para desarrollar en las escuelas, pero necesitamos que nos los autoricen».

Actualmente, Proyecto Hombre está a la espera de la firma de un convenio de colaboración con Instituciones Penitenciarias para ampliar el programa Trébol a otras provincias. «Lo que habíamos hecho hasta ahora es aislar a las mujeres maltratadas en casas de acogida, pero esa no es la solución porque ellas no son las culpables. Por otra parte, cuando un agresor sale de la cárcel sin haber tenido tratamiento, tiene todavía más rabia», asegura Peña.

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